PRESENTE CON GRATITUD

Enfrentando mis miedos,
mirando detrás de ellos,
descubrí un vacío.
Se abrió una puerta,
un espacio infinito,
sentí todas mis infancias,
a las que voy llenando de amor,
a las que voy abrazando desde la luz.
Se me acercó un vals de mariposas,
y comprendí a mi cuerpo encerrado en aquel vehículo,
ese silencio que despertó en mi,
aquella calle llena de gente,
sólo escuché mi respiración,
que lentamente se abría paso entre la multitud.
En éste amanecer,
entre nubes llenas de agua,
miré hacia arriba,
y allí estaba en su pliegue,
esperando ser encontrada,
por mi,
se posó en su forma natural,
en el inicio de mi ventana,
pude empujar su vuelo libre,
hacia lo más alto,
la fui regando de mensajes.
Y prendió el viaje,
con mi vista de compañía,
por su camino hacia el horizonte.
Sus ojos grandes de plata,
y sus alas han hecho limpieza,
de mis memorias,
las que se van transformando,
las que van amando los cambios.

Elena CR

DESCUBRIENDO LUGARES

En la guardilla de mi corazón,

yo tengo un jilguero,

yo tengo una cajita de flores,

que guardan mis pasos si acaso me pierdo,

que siguen los tuyos con el perfume de un verso.

En el centro de mi pecho,

yo llevo una gota de magia,

yo llevo un pétalo de verdades,

que busco y encuentro cuando quiero,

que suelto entre dientes de león.

Y en el hogar de mi ser,

yo encontré un poeta,

yo encontré una melodía,

él hace danza de mis dedos,

ella hace dulces gemidos en mi voz.

¡Tremendo viaje!

¡Menudo equipaje!

La vida crucero inagotable,

la felicidad dejándose ver,

mientras vamos,

descubriendo lugares.

Elena CR

RELATO DE UN AMANECER ANGELICAL

Cada día qué gran oportunidad,
es tal real como el nacimiento de un niño,
es tan inmenso amar dicho acontecimiento,
alguien especial debió llamarle ¡amanecer!
Siento mucho las veces que así no lo comprendí,
perdono algunos escapes de mis ignorancias,
con eternidades de mi gratitud,
a toda creación divina,
y un gloria de amor por ti.
Eres la luz de mis días,
ese aire fresco y dorado que llena mi corazón,
a veces cansado y asustado,
a veces sin respuestas y sin razón,
y llegas tú en mi amanecer,
y te llevas mi ceguera,
entre sutiles instantes.
Me dibujas el paraíso en la arena,
y hasta me empujas si acaso me duermo,
siempre me elevas,
con la pureza de tus alas.
Hoy sé que tengo más que ayer,
más de lo que pedí,
hoy siento,
que abunda y prospera amor para el camino.
Entre tú y yo,
bendita presencia guiadora,
el nacimiento de un nuevo sol,
y el relato de un amanecer angelical.

Elena CR

¡QUIENES DICEN!

La esencia del cuerpo con el lenguaje del mar,
sus bravas olas,
esos gritos que duelen al ser,
de dónde viene la importancia del qué dirán,
¡Quienes dicen!
Juicios y prejuicios,
cuántos personajes en la cabeza,
menudo loco el intelecto.
Bajaba la marea donde habita el corazón,
de espuma pura blanquecina,
escucha como humano,
la dulce voz de las sirenas,
¡Quienes dicen!
Los que van despertando,
del más largo y profundo sueño,
avanza con los ojos bien abiertos,
en esa profundidad,
en ese infinito océano,
sumérgete y despierta.
Y si acaso amas,
y si acaso deseas,
y si acaso necesitaras,
oye humano,
ya me cuentas...
¡Quienes dicen!

Elena CR