Cuando naces vienes desnudo a éste mundo,
con la ternura fresquita en tus manos santas,
con la inocencia del corazón del Padre Celestial,
y con el aroma como flores de primavera.
Todo te parece tan nuevo y tan extraño a la vez,
en tu nueva experiencia humana,
que a pesar de los pesares así es como me sale del alma hoy,
expresarlo…
Venimos del cielo para bajar sólo por amor aquí a la Tierra,
a una dimensión aún bastante baja y en conflictos los unos con los otros…
Se nos olvida tan rápido de dónde venimos, qué somos y para qué estamos en la tierra en un cuerpo humano, al que ni siquiera prestamos muchas veces el respeto y los cuidados que merece.
Despertar del sueño cuesta mucho trabajo personal,
muchas horas de entrenamiento, muchas caídas, autoenfados,
autoengaños, sí, has escuchado bien hermano mío…
El autoconocimiento empieza y acaba en ti, como la vida misma, todo lo que haces y recibes, vuelve siempre a ti,
ese es el punto de partida y llegada…
Hacia dentro, hacia ti mismo y creer en ti es el único desafío y regalo a la vez que te puedes hacer cada día de tu vida.
Y recuerda que todo lo que te das a ti mismo, se los estás dando a todos los mundos y espacios del Universo.
Por eso somos UNO con el TODO
Y en ese camino nos encontraremos…
En…
Abriendo el Despertar.
Elena CR