Es tiempo de reflexión,
de escucha muy adentro,
ser o no ser,
estar o desaparecer.
Y tú,
sentado a una vuelta de camino,
tan cerquita,
de nuestra respiración,
son las caricias,
de aquel corazón en silencio.
Todo pareciera rumbo al sentido…
Y tú,
jugando con la vida,
a las casitas de mañanas y noches,
inciertas e inhumanas.
Hoy de repente,
la libertad duerme en tu dulce hombro,
sólo agradecerte,
tu estar,
tan cerquita, tan cerquita…
De aquella anaranjada…
Alas de esquina.
Elena CR