MI OTRO YO Y TUS MIL FORMAS DE AMOR

 

Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, yo creo que ni siquiera somos dueños de las emociones que se van por los poros de la piel cuando llega el momento de soltar, de aceptar que no podemos alargar por mucho más su vida ni la nuestra.
Yo creo que somos nosotros los que terminamos siendo parecidos a ese gran aprendizaje que nos deja marcados por siempre nuestro amigo perro, gato, caballo, etc...
Aprendí que el amor no tiene límites, que la nobleza y la humildad son las mejores galas con las que deberíamos vestir cada día.
Aprendí a sentir en silencio con calma, aprendí a entregarte al cielo por amor y no pensar en mí primero, por eso ya no entiendo el yoísmo.
Aprendí a ser feliz sólo sabiendo que tú amor mío juegas feliz entre los tuyos y en un mundo donde ahora yo no puedo alcanzarte con mis pies tal vez cansados, pero sí imaginarte desde mi corazón al tuyo tan grande en un cuerpito tan pequeño.
Gracias por dejarme tan hermosa sabiduría y hacer volar de nuevo mi pluma para acariciarte con versos tus patitas de manos mágicas que cuando cierro mis  ojos aún puedo sentir esos besitos tuyos en las mías cada amanecer, como nadie me ha dado los buenos días.
Cuánto te amo mi dulce ángel, mi otro yo y tus mil formas de AMOR


Elena CR

Comentarios

Entradas populares de este blog

AMOR x SIEMPRE

SIEMPRE Hay TIEMPO

MÁS ALLÁ del AMOR