Duermo,
en tu corazón salgo de viaje,
un vuelo con vuelta,
por un largo tiempo.
Parad reloj,
aquí me bajo,
camino por el país del silencio,
voy hacia un tren,
tomo asiento en un profundo vagón.
Con los ojos cerrados me dejo llevar.
creo estar en el útero materno,
qué bonita melodía,
qué olor a flores frescas,
qué hermoso mar de brisa blanca.
Hay una niña sentada en la orilla,
mis pies desnudos van a su encuentro,
pareciera que nos conocemos de toda una vida.
Y de repente !!
Jugamos largas horas dentro del agua,
entre ella y yo un silencio,
entre ella y yo sirenas de amor,
mi niña y las estrellas en su carita,
dibujaban el camino de mi regreso.
Ella es esa cunita dorada que llevo en mi corazón,
ella está en el único lugar donde los años no pasan,
en el centro de mis pupilas,
en el centro de mi pecho,
sólo déjame darte las gracias niña mía,
y a la mano que mece el silencio.
Tan hermosa es toda la creación,
tan bello y dulce,
siempre Dios.
Elena CR