En mi cuerpo el cielo,
el templo de mis silencios,
en mi mente la tierra,
el aroma de mis pensamientos.
En mis ojos,
la inocencia de mi ser,
en mis labios,
el sueño de los versos.
En mis manos,
el poder de la elección,
en mis mejillas,
todos los dulces recuerdos.
Y en el corazón,
la ternura de mi niña,
se columpia brillante,
con el eterno sol,
expandiendo su gratitud,
entre el cielo y la tierra.
en mi mente la tierra,
el aroma de mis pensamientos.
En mis ojos,
la inocencia de mi ser,
en mis labios,
el sueño de los versos.
En mis manos,
el poder de la elección,
en mis mejillas,
todos los dulces recuerdos.
Y en el corazón,
la ternura de mi niña,
se columpia brillante,
con el eterno sol,
expandiendo su gratitud,
entre el cielo y la tierra.
Elena CR
No hay comentarios:
Publicar un comentario