Cuando se cierra los ojos
vemos luz
pues nada queda oscuro
en nuestra realidad.
Cuando alzamos el corazón
escuchamos la música tic tac
pues nada deja de sonar
en nuestro ser.
Por eso quiero abrir el alma
y dejarla volar
para seguir creyendo
en el sentido de la humanidad.
En esta noche callada
pongo en marcha mi radio particular
suena una melodía
de cigüeñas rosadas
en esa especie que nos presta
el color del amor.
Subo el volumen
pues hasta pareciera
que se escucha el mar
sí, el mar del más allá
que viene a comunicarnos
la paz y la igualdad.
En forma de arcángel
el maestro de las noticias importantes
tal vez por eso te bautizaron
con el nombre de Gabriel
en el seno de tu madre
plantaste la armonía
y en tu pueblo
una gran lección
como todos los grandes maestros
para que hoy y siempre
cuando entremos en el mar
a lavarnos los pecados
veamos la eterna sonrisa
cómo danza con humildad
un pescaito con alas.
Elena CR
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