Y si contando caigo en la cuenta,
del contar cómo lo cuentan,
o es que algo me estará contando,
aquí adentro,
sí,
donde pongo mi mano,
es él,
mi pecho izquierdo,
que ahora está cantando entre cuencos,
acelerados a contra tiempo a veces.
¿Es ella tan coqueta y presumida?
Una mente parlanchina
y juguetona con la noche…
Galaxias de un mar de estrellas,
en movimientos nobles,
donde habitan los bellos artistas.
Que no soy poeta cariño,
que no traje los libros de versos,
para un ahora y un aquí.
Sabes?
El alma a veces me navega,
con los sentires,
de una larga humanidad,
y hace impacto en mis entrañas,
cada ser que encuentro,
en este largo recorrido,
en este camino a veces sudoroso,
y otras de zapatitos de colores.
Sí,
así te veo y siento mi niña,
a ti hoy que deseo hablarte tanto,
por siempre fuiste y serás,
mi vida consentida.
Elena CR