Mantén tus pies firmes en la tierra para vivir consciente y centrado en tu existencia humana.
Mantén tu coronilla conectada con el cielo fuente divina para que siempre te puedas bañar con la energía del Sol.
Y por último mantén tu pecho hacia delante para que tu corazón en todo momento se abra para guiarte y protegerte.
Elena CR