En el pecho viva está tu voz,
calmada y suave va susurrando,
repartiendo espacios de amor,
en éste amanecer nuevo.
Siervos son mis dedos para ti,
ellos hacen el baile de la verdad,
con tu pluma divina,
y la tinta de aroma verde,
alientan las miradas inocentes,
esos corazones confundidos,
pero fuertes, valientes, guerreros,
como niños jugando,
en el columpio de la vida interna,
he ahí TÚ.
El puzle infinito de mi universo,
cada pieza con todos tus momentos,
donde nunca me raptó la soledad,
donde siempre tu voz,
renace a través del silencio.
Ábrete a la vida sin miedo y espérate … Un MOMENTO.
Elena CR