Desde el infinito del cielo,
en lo más alto,
a lo más cercano,
entre polvo de estrellas,
con el dulce brillo del firmamento,
te busco amor mío.
Entre mis senos,
aquí guardo todos los besos,
esos que regaré en tu alma y cuerpo.
Ven a mí, amor …
Te espero con el corazón abierto para ti,
ahora sí, sí …
Después de quemar tantas heridas,
pude mirar entre mis manos,
y de las cenizas salió una bella flor,
ella me habló,
en nuestro decreto de amor.
Elena CR